22 mar 2009

Que linda que estás, sos un caramelo
te veo en el recreo y me vuelvo loco,
todas las cosas que me gustan, tienen tu cara
y espero los asaltos, así juego a la botellita con vos,
mi bomboncito.
Que excitante que estás, tendrías que saberlo
esa cola es la manzana mas buscada,
y esos senos el alimento de mi creación,
quisiera arrancarte un día y morirme en un telo con vos...
o quizás en un auto.
Han pasado cinco años, asumiste las cosas
hace tiempo que estoy buscando mi verdadero yo,
hay una especie de simbiosis, lo dijo mi psicóloga
haría bien a la terapia alejarme un tiempo...
unos setenta años.
Como estás querida tengo esposa e hijos
de ves en cuando hablo con ella y hasta hago el amor,
no es que quiera molestarte, pero me es imprescindible
sentarme en un café, y soñar un poco...
y tal vez amarnos.
Y ha pasado mi hora, quién robo mis años,
cambio a toda esta familia por un segundo con vos,
si te veo ahora, aunque termine en un hospicio,
tomo una botella...y juego a la botellita con vos.



Estaba el diablo mal parado en la esquina de mi barrio ahí donde dobla el viento y se cruzan los atajos, al lado de él estaba la muerte con una botella en la mano; me miraban de reojo y se reían por lo bajo y yo que esperaba no sé a quién, al otro lado de la calle del otoño, una noche de bufanda que me encontro desvelado entre dientes oí a la muerte que decia así: -"cuántas veces se habrá escapado como laucha por tirante, y esta noche que no cuesta nada nisiquiera fatigarme podemos llevarnos un cordero con sólo cruzar la calle". yo me escondí tras la niebla y miré al infinito a ver si llegaba ese que nunca iba a venir, estaba el diablo mal parado en la esquina de mi barrio al lado de él estaba la muerte con una botella en la mano. Y temblando como una hoja me crucé para encararlos y les dije me parece que esta vez me dejaron bien plantado, les pedí fuego y del bolsillo saqué una rama pá convidarlos y bajo un árbol del otoño nos quedamos chamuyando, me contaron de sus vidas sus triunfos y sus fracasos, de que el mundo andaba loco y hasta el cielo fue comprado y mas miedo que ellos 2 me daba el propio ser humano y quizas yo no esperaba a nadie y entre las risas del aquelarre el diablo y la muerte se me fueron amigando ahí donde dobla y el viento y se cruzan los atajos, ahí donde brinda la vida, en la esquina de mi barrio.



TE AMO TIO


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